Emilio Aparicio Rodríguez: desde la calle con amor.

Muchos han visto en youtube un video suyo que ha estado rodando por las redes sociales, desde que fue realizado a finales de 2012, en el que le celebra el cumpleaños a Andrea Chaparro, la habitante de calle que aparece en la foto con él y con su inseparable amigo canino. Aunque había visto el video, no lo relacioné con su autor hasta hace poco que me encontré por otros caminos con el artista y su obra que se remonta varios años atrás, desde su proyecto de grados como fotógrafo en Lasalle College titulado "Hacía tiempo no hablaba con personas de verdad". En él, Emilio realizó 100 retratos de habitantes de la calle a la vez que estableció con ellos una relación cordial y permanente mientras les regalaba las instantáneas que les iba tomando. Desde entonces, su trabajo nunca se ha alejado completamente de estos personajes que pueblan su mente y su corazón al igual que las calles de Bogotá. Incluso en sus demás trabajos, de los que podemos ver una muestra en su blog (http://aparicioemiliophoto.wix.com/graphy#!), se evidencia la presencia de la calle y la huella que ha dejado en el artista, igual que trabajos como el suyo la dejan en los que nos acercamos. Como la frase de Fander, una de las personas retratadas: "Es una buena terapia, padre".

INSTANTÁNEAS DE UNA LARGA AGONÍA.

Otras veces es culpa de las limitaciones del "artista". Te das cuenta cuando encuentras obras como esta que sí logran esa metáfora de la vida... Estas hermosas fotografías no muestran la violencia que la mayoría de nosotros conocemos pero muestran otra guerra, otro dolor igual de absurdo e injustificable. Es mi creencia que el arte sí lo logra la mayoría de las veces, que es testimonio y une, que sensibiliza y abre los ojos. Nunca antes, en estos años de ser médico, había visto ver el cáncer de esta manera, ni creo que todos los libros de oncología hubieran podido lograr que lo hiciera. Es por eso que tengo al arte en tan alta estima. No es volver la espalda a la ciencia, es aceptar con humildad el lugar que le corresponde entre seres que por naturaleza son capaces de sentir.

Los links corresponden a la entrevista a Angelo Merendino en el periódico el tiempo, algunas de las fotos publicadas en el mismo periódico y la página oficial de esta obra de arte que estremece.

http://www.eltiempo.com/Multimedia/galeria_fotos/galeradelda3/una-batalla-no-escogida_12721394-5

http://www.eltiempo.com/gente/angelo-merendino-el-hombre-que-retrato-la-agonia-de-su-esposa-con-cancer_12722565-4

http://mywifesfightwithbreastcancer.com/

Cada tanto me pregunto cómo seguir, de qué otra forma mostrar la violencia o, mejor, crear la metáfora de nexo inverificable que la haga sentir a otras personas, que genere la reflexión, y en muchas de esas veces me siento incapaz de recrear esa imagen del cementerio central de aquel grupo de jóvenes, tal vez de la misma edad de Diego que ese día habría cumplido los 18, entonando cantos al estilo de las barras de fútbol, coreando !Diegooo, Diegooo, oleee, olee olee oleee! Con sus voces ebrias acompañando el llanto de su madre, también ebria; recreando las palabras de las pegatinas con que llenaron su lápida de "El día de los amigos" de cerveza Poker que rezaba: "Yo sí celebro como debe ser". Es decir, con mucha cerveza. Salieron cantando, todos con camisetas del Santa Fé, incluso la madre, y pasando la botella para que yo me pudiera arrimar a la tumba a preguntarme cómo habría muerto, si el fútbol habría tenido algo que ver o cualquier pregunta igual de absurda para una muerte a los 15 años o sobre aquella forma, poética en cierto sentido, de recordarlo, aquella singular forma del dolor. ¿Una foto? No haría honor al momento. ¿Un texto? ¿Una grabación o un video? Tampoco. A veces el arte simplemente se queda corto...

COLOMBIALAND. Trabajo de Nadín Ospina realizado entre los años 2004 a 2006. http://www.nadinospina.com/galeria_14_colombialand.html#img/Colombia_Land_Vista_General_Mundo.jpg